Por Mónica Cualchi – Asistente de gestión de la Escuela de Negocios UDLA

 

¿Qué tan dispuestos estamos a experimentar la incomodidad de no saber cómo funcionan las cosas? ¿A sentir miedo al fracaso? ¿A salir de nuestra zona de confort?

 

A menudo nos descubrimos tranquilos con lo que somos, conocemos o tenemos. Abandonar la certeza, lo conocido y lo predecible parecería riesgoso, nos genera incertidumbre y temor a fallar. Ya sea que se trate de iniciar con el aprendizaje de conocimientos o habilidades nuevas, cambiar la forma en la que hacemos las cosas, mudarnos de ciudad, iniciar un nuevo empleo, etc., suena difícil si lo vemos desde el puerto seguro en el que a menudo nos anclamos.

 

Sin embargo, debemos estar claros en que permanecer en una zona de comodidad y certeza por largos períodos nos conduce al estancamiento, la mediocridad y la falta de crecimiento.

 

Por eso, aunque ser principiante es el estado menos deseado, ubicarnos en él y recorrer el camino del aprendizaje constante es una manera efectiva para crecer personal y profesionalmente, para encontrar nuevos propósitos, lograr nuevas metas y desafiarnos a ser una mejor versión de nosotros mismos.

 

«Uno puede elegir volver hacia la seguridad o avanzar hacia el crecimiento. El crecimiento debe elegirse una y otra vez; el miedo debe ser vencido una y otra vez». Abraham Maslow, psicólogo estadounidense.

 

 #Motivación #Oportunidad #Aprendizaje