Por Fernando Del Vecchio, Ph.D. – Director del MBA en la Escuela de Negocios de la UDLA.

La mayoría de nuestras limitaciones no son físicas sino mentales. Pensamos que no podemos hacer algo y, cuando lo intentamos, comprobamos que es cierto.

Queremos –y a veces necesitamos– hacer ejercicio, pero creemos que no es una actividad para nosotros. Intentamos salir a correr, o a caminar el primer día, y terminamos agotados luego de los primeros cien metros. “Esto no es para mí”, repites mentalmente.

Hasta mediados del siglo XX, se creía que era físicamente imposible que una persona corriera una milla (1.609 metros) en menos de cuatro minutos. Y como se creía en ello, nadie lo lograba.

Pero se trataba de una barrera mental, no física. Porque el 6 de mayo de 1954, el británico Roger Gilbert Bannister superó esa marca. Y a partir de ese momento, miles de personas corren por debajo de ese tiempo, que era –aparentemente– imposible de superar.

Cae una barrera y aparece una nueva creencia. ¿Hay algo que hoy te resulte imposible? ¿Alguna vez superaste algo que, en un principio, te haya resultado completamente inalcanzable?

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