Las 12 mejores Fanescas de Quito fueron reconocidas en el Convento de la Merced, ayer miércoles 16 de marzo de 2016. La UDLA en colaboración con Quito Turismo seleccionó las recetas no solo por su tradición sino también por la calidad de los alimentos y el servicio.
A través de este tipo de eventos se busca potenciar “las raíces patrimoniales de la gastronomía quiteña y desarrollar el producto culinario de la ciudad” explica, la Directora de Relaciones Externas de la UDLA, María Isabel Salvador.
Esta declaración causa orgullo entre los representantes de los restaurantes seleccionados pero también genera “una mayor responsabilidad porque nos obliga a seguir resguardando las tradiciones”, explica el representante de la sexta generación a cargo de la Heladería Restaurante San Agustín, José Andrés Chaguaro. Agrega que es necesario valorar nuestra riqueza gastronómica porque las modas extranjeras hacen que dejemos de lado lo propio.
La Fanesca “es un plato hecho con amor”, dice el Director de Hospitalidad del Hotel Casa Gangotena, Juan David Echeverría, porque su preparación reúne a toda la familia. Para él, este tipo de eventos son ideales para contrarrestar la pérdida de las tradiciones nacionales.
En esto coincide el Alcalde de Quito, Mauricio Rodas, quien reconoció la labor de aquellos establecimientos que con mucho esmero mantienen esta tradición. “Ustedes contribuyen a mantener estas costumbres que hacen que nuestra ciudad ofrezca destinos únicos para los visitantes”. Felicitó además a la UDLA por promover los sabores del Ecuador.
La intención de este tipo de eventos es impulsar a que la gente consuma cocina ecuatoriana y que los restaurantes en general, no solo los de comida típica, ofrezcan platos nacionales tal y como sucedió en Perú en las décadas de los 80 y 90, explica Dimitri Hidalgo, Decano de la Facultad de Gastronomía de la UDLA.
La calificación
Cerca de 70 establecimientos se inscribieron para participar en esta premiación, de las cuales solo 12 fueron seleccionadas.
Los factores que se analizaron para otorgar este reconocimiento fueron la historia y evolución de la receta, el color, olor y aroma del plato servido así como el servicio, la manipulación de alimentos, la sanidad e higiene para su preparación.
