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Graduado UDLA: “No pongas límite a tus sueños”

“…Entonces pensé que era el momento de encaminarme en lo que siempre quise desde que me gradué del colegio”, esa fue la declaración que llevó a Julio César Espinosa a comenzar sus estudios de pregrado a los 38 años. Él estudió Ingeniería Agroindustrial, una carrera que siempre quiso cursar, pero que, por circunstancias de la vida no pudo hacerlo.

Desde ese inicio de clases, ya han transcurrido muchas historias, tareas, prácticas, aulas de clases y laboratorios. Ahora, a sus 43 años se dispone a emprender en lo que siempre soñó luego de haber concluido sus estudios universitarios y haberse convertido en un ingeniero agroindustrial de la UDLA.

Su historia

Desde antes de concluir el colegio, Julio César sabía lo que quería: dedicarse a la agronomía. Sin embargo, en ese entonces debió buscar la manera de subsistir económicamente, lo que le llevó a postergar su sueño.

Por ello, se inició en el mundo de la contabilidad en diferentes empresas turísticas. Trabajó en ese sector por 20 años. En ese lapso intentó seguir la carrera de Contabilidad en la universidad y luego, la de Ingeniería en Sistemas pero, su trabajo era tan demandante que debió abandonar sus estudios.

La decisión

Hace algunos años, Julio César formó una familia con Susana Quispe con quien tiene dos hijos de 7 y 2 años. “Un día conversando con mi esposa sobre nuestras metas y aspiraciones llegamos a la conclusión de que era justo que busquemos cumplir aquello que habíamos soñado”, cuenta. Por eso, el siguiente paso  fue inscribirse en la UDLA.

Uno de sus principales temores era la brecha generacional que podía existir con sus compañeros que bordean los 18 años. Sin embargo, desde su primer día de clases, se sintió uno más. De hecho, la energía de sus amigos le motivó aun más para avanzar en sus estudios.

Lo más difícil es dar el primer paso y dejar los temores. La principal cadena es el miedo a lo desconocido, pero al mismo tiempo puede ser la motivación para ir más allá”, aconseja. 

El próximo desafío

Luego de esto, ya no hay nada que frene a Julio César cumplir con sus propias promesas. Por eso, el siguiente paso es iniciar con su emprendimiento. Su familia tiene unas propiedades por lo que él ya inició la planeación para aprovechar esas tierras así como la búsqueda de financimiento para su proyecto.

“Mi meta es dedicarme a la ganadería en un principio y posteriormente al faenamiento. El objetivo es realizar el ciclo de producción completo”, menciona.

Para ello, Julio César cuenta que se siente preparado con las herramientas para montar su propio negocio, gracias a las clases que recibió durante la carrera. “El lema de la UDLA dice: ´ama lo que haces´ y pienso que de allí parte todo. En mi caso yo amaba el campo y la agricultura y en la universidad encontré la manera de ir más allá, hacia el lado científico y al emprendimiento”.

Ahora, quiere aprovechar todo lo aprendido durante la carrera, pero también sus conocimientos de contabilidad y de sistemas. “No necesariamente todo que uno aspira en la vida resulta a la primera, sin embargo, creo que hay que aprovechar todas las oportunidades que se te presentan y aprender de cada una de ellas”, dice. (DB)