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Business Factory y un retrato de cómo se hacen negocios

Recursos limitados, ley de oferta y demanda, planeación, creación de prototipos, viabilidad de producto… Emprender no es fácil, precisa talento, dedicación, pasión, innovación e ingenio; se rige por procesos, metodologías y conceptos; demanda trabajo en equipo, liderazgo y estrategia. Mucho se habla del tema, sin embargo, pocos son los espacios que, en la práctica, fomentan este tipo de actividades. Partiendo de esta premisa, la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA) de la UDLA organizó el Business Factory, concurso que representó los conflictos, desafíos y oportunidades que viven las empresas. 45 estudiantes de 15 colegios de Quito, fueron parte de la experiencia.

Un desafío de estrategia e innovación

Con el objetivo de proveer un entendimiento integral sobre lo que implica emprender un negocio, el Business Factory se dividió en 3 etapas. En primera instancia, se conformaron 15 equipos. El reto: construir un prototipo de producto en menos de 2 horas, únicamente con materiales disponibles en las tiendas de la Universidad. El obstáculo: recursos totalmente limitados que no atendían toda la demanda de los participantes; es decir, ley de oferta y demanda. Por un lado, esta actividad incentivó la planificación y la elaboración de presupuestos. Por el otro, promovió el trabajo bajo presión.

Complementario a la fabricación del producto, los chicos desarrollaron un plan de marketing y un estado de resultados que reflejó la viabilidad del mismo. Para ello, contaron con el apoyo y asesoría de docentes – mentores. Una vez evaluadas las propuestas, existieron 3 equipos que pasaron a la siguiente fase, la cual demandó a los integrantes profundizar aún más en su proyecto y presentar sus prototipos a posibles inversores. El resultado: ideas viables, vendedoras, creativas, disruptivas y con amplio potencial de negocio.

La tercera etapa está en proceso y comprende un concurso donde los integrantes del equipo ganador, disputan becas para estudiar la carrera que les lleve a plasmar sus sueños.

A continuación, revivimos lo que fue el Business Factory:

“Este concurso contribuye a desarrollar la capacidad creativa de los estudiantes y, sobre todo, evidencia el proceso que está detrás de la fabricación de un producto. Es un espacio que retrata el potencial de nuestras carreras” Paúl Román, docente UDLA.

“El Business Factory fue una grata experiencia: el hecho de trabajar bajo presión simulando situaciones reales, es algo inigualable. Un reto útil con visión de futuro” Juan Martín Ayala, Colegio José Engling.

“En este concurso, tuve la oportunidad de poner en práctica mis conocimientos. Aprendí mucho y conocí compañeros muy talentosos. Gracias a la UDLA por estos espacios”. Doménica Recalde, Colegio Paulo Freire.

“Una experiencia súper chévere en la que pude expresar mi punto de vista, descubrir nueva gente y entender el detrás de cámara de los negocios”. Jorge Padrón, Colegio El Sauce.

Si bien todos los proyectos se caracterizaron por incluir perspectivas diferentes, innovadoras y de vanguardia, hubo propuestas más viables que otras, en términos de negocio, por sus estrategias de marketing y claridad financiera.

Por ello, los ganadores del Business Factory fue el equipo conformado por:

  • Juan Javier Miño, Liceo Campoverde
  • María Virginia Villacrés, Atenas School
  • Camille Mestanza, ANAN.

Es así que este concurso demostró, de forma lúdica y entretenida, el quehacer que adelantan miles de emprendedores en el país. En palabras de Vicente Albornoz, decano de FACEA, el Business Factory fue un espacio que buscó simular la forma en que se hace empresa y se crea riqueza. Sin duda lo logró.