Capacitación agrícola y pecuaria, saneamiento de agua, tecnificación de procesos, cuidado ambiental, producción sostenible, emprendimiento y generación de valor agregado, son algunos de los proyectos de vinculación con la comunidad que la Universidad de Las Américas ha desarrollado en Nono. El compromiso de estudiantes y docentes por impulsar el crecimiento económico del sector y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, se enmarca en aquella visión integral de la realidad que apuesta por la transferencia de conocimiento e integración de los más vulnerables. ¿El resultado? La elaboración conjunta de mermeladas, quesos, natillas y granolas.
Compromiso por la comunidad
La intervención de la Universidad, en el ámbito agroalimentario, abarca desde la enseñanza de buenas prácticas en explotación agrícola y bovina, hasta la preparación de productos lácteos, barras energéticas y mermeladas. El objetivo: agregar valor a la oferta de campesinos y pequeños emprendedores de la zona. Habitualmente, se concibe a estas comunidades como proveedores de materia prima sin percatarse que, con las herramientas y metodologías adecuadas, se pueden establecer encadenamientos productivos de largo plazo.
Es por ello que, en este tipo de intervenciones, además de la obtención de leche, se apunta a la fabricación de quesos, yogures y otros insumos capaces de ofrecer fuentes complementarias de ingreso.
A criterio de Carla Hurtado, docente de Ingeniería Agroindustrial de la UDLA, la trascendencia de estos proyectos recae no solo en compartir el conocimiento, sino en su aplicación, en la optimización de procesos y el desarrollo de nuevos productos. De hecho, se tiene previsto ampliar la formación de los habitantes de la parroquia, a través de nuevas capacitaciones, mismas que abordarán temas de crianza pecuaria y su relación con la industria cárnica.
Al respecto Silvia Noroña, analista de vinculación de la comunidad, destaca la importancia de manejar diferentes tipologías de proyecto y articular diversas disciplinas y ramas del conocimiento: solo un trabajo integral permite responder a las exigencias del entorno.
Encuentro de la ruralidad
Los alimentos que prepararon los emprendedores de Nono, con base en las capacitaciones impartidas por estudiantes y docentes, fueron exhibidos en el XXVII Encuentro de las Culturas de las Parroquias Rurales. Durante el evento, productores instruidos y certificados previamente por la UDLA, elaboraron el queso más grande de la ruralidad. Jeanine Moreno, presidenta del GAD de Nono, agradeció el trabajo que adelanta la institución por proveer conocimientos técnicos a la ciudadanía.
Cabe añadir que, por la gestión realizada, el GAD de la Parroquia de Nono entregó un reconocimiento a la Universidad de Las Américas por su destacada labor en favor del progreso de la comunidad.
Finalmente, compartimos los testimonios de productores y alumnos que participaron en el encuentro:
“La información sobre las múltiples preparaciones que se pueden realizar a partir de las pepas de zambo, me ayudó mucho al momento de elaborar mermeladas y barras energética. El siguiente paso, sin duda, es replicar lo aprendido con otros productos”, María Pilay, emprendedora.
“La formación en lácteos contribuyó a que los productores obtengan mayores oportunidades, aprovechen mejor los recursos y expandan sus posibilidades de sustento. El reto está en que lo aprendido, se materialice en emprendimientos”, Doménica Chávez, estudiante.
“El éxito en un proyecto de vinculación está en identificar las necesidades de la comunidad, en lograr una producción sostenible, aprovechar apropiadamente los recursos y promover su economía”. Francisco Tamayo, estudiante
Trabajar con la comunidad implica compartir, inspirar, transformar. No se limita a simples acciones, al contrario, constituye en proceso de cambio real y sostenido.
