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DOCENTES DE LA UDLA PARTICIPARON EN ESTUDIO SOBRE EL IMPACTO ECONÓMICO POR COVID-19 EN QUITO

 

El impacto en la economía a causa de la COVID-19, ya la está viviendo el mundo entero y el Ecuador tendrá una fuerte crisis en los próximos meses.

Pero ¿cómo afecta esto a la clase media?

Iván López, docente de Economía, y Jonathan Velasco, técnico docente de Humanidades, ambos de la UDLA, participaron en la investigación y un proyecto de vinculación, sobre el impacto económico a causa de la COVID-19 en hogares de Quito y los valles aledaños, con expertos de la Cámara de Comercio de Quito.

El objetivo del estudio fue la de medir el impacto que ha generado  la crisis sanitaria en el consumo e ingresos de los hogares de la clase media en la ciudad de Quito.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la clase media en Ecuador equivale al 38 % de la población,  es decir, 6’106.327 ecuatorianos.

En Quito aproximadamente existen 560 mil hogares considerados de clase media, por lo que para la investigación se tomaron 223 mil hogares de la ciudad. En total 2.676 entrevistados, jefes de hogar.

Para esta investigación, se realizó una encuesta con las siguientes preguntas relacionadas a la pérdida de ingresos, prioridades actuales y después de la emergencia sanitaria, y los hábitos.

Como antecedentes, según el INEC una familia de clase media percibe ingresos por USD 860 mensuales, con lo que se cubre el costo de la canasta básica, que a octubre de 2019, tuvo un costo de USD 718,18, por lo que existe poca holgura económica.

Esto debido a otros rubros importantes como: pago de alquiler de casa, educación de hijos, entre otros, lo que impide generar ahorros, para enfrentar crisis como la de la COVID-19.

Además, la clase media ecuatoriana posee 1’254.598 de sus miembros como parte de la Población Económicamente Activa (PEA). Por lo que paralización productiva, por la emergencia sanitaria, afectó considerablemente los ingresos de las familias de clase media.

La mayoría de hogares de clase media en Quito, han sufrido una evidente reducción de ingresos económicos, debido a la paralización productiva, restando liquidez a su consumo; obligando a la priorización de gastos del hogar. Únicamente el 17,8 % ha mantenido su nivel de ingresos habitual, mientras que el 5,8 % ha logrado aumentarlo.

Todo esto ha disminuido las posibilidades de generación de espacios de trabajo formal y con condiciones dignas.

Las conclusiones del estudio son las siguientes:

  • El 26 % de los hogares encuestados afirma que uno de sus integrantes ha perdido su empleo. Es importante generar políticas que protejan el empleo y la implementación de protocolos para la reactivación económica de la ciudad.
  • Es importante potenciar los protocolos de seguridad en puntos de comercialización como las tiendas de barrios que son un punto frecuente de ventas por los hogares.
  • La prioridad de gasto de los hogares, durante de la cuarentena, ha sido la compra de alimentos, pago de servicios básicos, pago de deudas y seguros médicos.
  • El principal medio de transporte utilizado luego de la cuarentena será el automóvil propio con el 77,9 % de respuesta positiva. Es importante generar opciones de movilización alternativa segura para el transporte de personas.
  • El gasto en entretenimiento, vacaciones y bienes inmuebles no serán una prioridad en el gasto de los hogares luego de la cuarentena, esto quiere decir que estos sectores tendrán una reactivación mucho más lenta que el resto.

EL estudio tiene un nivel de confianza del 95 % y un margen de error del 1,9 % el tamaño de la muestra es de 2.676 encuestas para un universo de 223 mil hogares.

La idea de los investigadores de la UDLA y de la Cámara de Comercio de Quito es que la data obtenida en el estudio sea de utilidad para el país y su bienestar. Para eso será necesario políticas públicas que garanticen el bienestar de la clase media y de los más vulnerables. (OP)