La emergencia sanitaria a causa de la COVID-19 aceleró el cambio en los procesos educativos y las clases tuvieron que salir del aula y se trasladaron al entorno digital. Su efectividad aún no se la puede medir, ya que existen personas que no pueden acceder a servicios básicos y mucho menos a internet, especialmente en Ecuador.
Sin embargo, investigadores como William Villegas, docente-investigador de Ingeniería en Tecnologías de la Información, ya trabaja en investigaciones relacionadas a la educación en entornos sostenibles.
En este 2020, dos revistas indexadas publicaron cuatro artículos de William, Sustainability(3) y Applied Sciences(1), ambas de alto impacto y próximamente cuatro artículos de congresos, que están a la espera de indexación, de igual manera verán la luz ante la ciencia.
La última investigación Improvement of an Online Education Model with the Integration of Machine Learning and Data Analysis in an LMS, que está indexada en una revista Q1, se alinea a las necesidades que tienen en este momento las universidades del mundo.
“Debemos aceptar que a partir de la nueva realidad por la que la sociedad atraviesa, la educación no volverá a ser la misma; los modelos educativos presenciales sufrirán varios cambios, donde ciertos ejes o materias de una malla pasarán a ser modelos educativos híbridos, virtuales, en línea, etc.”, comentó William.
Para generar estos cambios, se requiere de un mayor esfuerzo, incluso más que en un modelo presencial, pues, se va a pasar de procesos basados en la enseñanza a los que están basados en el aprendizaje, en el que el estudiante pasará a ser el principal actor de su educación. Y para lograrlo, es necesario que las tecnologías de la información desempeñen un rol activo en el aprendizaje, convirtiéndose en asistentes ideales para todos los involucrados en la educación.
Este trabajo aborda problemas ya conocidos en los modelos de educación como son la deserción o el bajo porcentaje de efectividad académica (número de graduados), por lo que las universidades han tratado de solucionar estos problemas creando áreas de calidad y seguimiento académico. Sin embargo, estos problemas tienen mayor presencia en las modalidades en línea, donde, la interacción con los estudiantes es mínima o nula, hace que cualquier intento por solucionar estos problemas no sea eficiente.
“Es aquí cuando las tecnologías de la información tienen mayor relevancia, por ejemplo, todos los estudiantes generan grandes cantidades de datos y estos están almacenados en las plataformas educativas de cada universidad. Con el análisis de datos podemos identificar patrones en la informacióny clasificarlos, con esto, es posible determinar cuáles son las necesidades académicas de cada estudiante”, mencionó.
La inteligencia artificial puede jugar un papel clave, ya que es capaz de analizar los resultados y tomar decisiones como la recomendación de actividades que se alineen a las necesidades de los estudiantes. Este proceso permite mejorar el aprendizaje y convierte a las tecnologías en asistentes ideales en todas las áreas que están involucradas en la educación. (OP)
