Una de las tradiciones más arraigada de los ecuatorianos es la recordación del Día de los Difuntos en noviembre, para conmemorar esta fecha es una tradición elaborar la colada morada acompañada de las ricas guaguas de pan, icono de la cultura gastronómica ecuatoriana. Harina morada, mortiño, mora, frutilla, piña, babaco, naranjilla; hierbas como la hoja de naranja, hierba luisa, el ishpingo, la canela hacen de este manjar un placer para el paladar.
Por noveno año consecutivo, la Universidad de Las Américas y su Escuela de Gastronomía realizaron el concurso Historias de Coladas Moradas y guaguas de pan del Distrito Metropolitano de Quito, donde participaron los hoteles más importantes de la ciudad.
“Como todos los años, el objetivo principal es reafirmar nuestro compromiso con la cocina ecuatoriana, a través de nuestro proyecto de Gastronomía Sostenible y Saludable, quisimos promocionar al segmento de la industria del turismo que más se ha visto afectado durante la pandemia, los hoteles y sus departamentos de A&B”, mencionó David Felipe Romero, decano de la Escuela de Gastronomía de la UDLA.
Este año se invitaron a participar a los hoteles de cuatro y cinco estrellas de la ciudad de Quito que tienen un departamento de A&B y están comercializando colada morada y guaguas de pan de manera regular durante octubre y finados.
Este año, en un formato distinto al tradicional, se invitaron a 10 jurados externos a la universidad que son reconocidos por sus habilidad en medios digitales y redes sociales relacionados con gastronomía.
Los ganadores de esta edición son:
- Guagua más linda, por su sabor, textura, relleno y decoración, Hotel Reina Isabel.
- Colada más rica, por su sabor aroma, textura y frutas, Hotel Wyndham Airport Garden.
- Pareja del año, combinación de sabores entre la colada y la guagua de pan, Hotel Reina Isabel.
- Mención especial, Taller de cocina en vivo con más veces compartido en redes sociales, Hotel Mercure Alameda.
Debido a la pandemia el concurso se replanteó, un concurso que tradicionalmente se realizaba de manera presencial, donde se visitaban más 60 establecimientos o a su vez ellos se acercaban a la universidad, terminaba con la ceremonia, en una gala con degustación en un convento del Centro Histórico de Quito.
Sin embargo, este año decidieron que la mejor manera de desarrollarlo, era llevar el concurso a un mundo 100% digital, así, los hoteles enviaron sus degustaciones y la Escuela de Gastronomía enviaba a los jurados, una prueba diaria, junto con una rúbrica. Además, el día de su consumo los jurados brindaban un taller de cocina inspirado en finados que fue transmitido por redes sociales para todo el público.
Por último, se organizó una ceremonia de premiación por zoom con todos los chefs y representantes de los hoteles, jurados y autoridades; la misma que fue transmitida por redes sociales teniendo un impacto nacional.
Felipe Romero manifiestó que el mayor aprendizaje para la carrera es que han reafirmado su capacidad de adaptación a las nuevas tendencias no solo de educación sino de promoción y una gastronomía que busca formatos nuevos e innovadores para sobrellevar un futuro que no deja de presentar nuevos retos.
“En la Escuela de Gastronomía de la UDLA conservamos nuestro liderazgo en el mercado educativo manteniéndonos firmes en nuestra filosofía del rescate de la gastronomía ecuatoriana con valores de sostenibilidad, salud e innovación”.
