La fanesca no solo es un manjar o un plato típico, para quienes han sido parte del proceso de preparación, saben que cada ingrediente es un recuerdo, que los aderezos le ponen sabor a la vida y que en cada cucharada se estruja el alma.
Y es que este delicioso platillo es cultura e identidad, es sabor y costumbres, es memoria y alimento del cuerpo y el espíritu, que remueve la memoria y el alma de quien la prepara y degusta.
Por eso la importancia de mantenerla viva, de promoverla y de transmitirla a las nuevas generaciones, para que siga siendo un recuerdo de lo que fuimos, somos y seremos. Este manjar de procedencia española, combinado con la realidad andina y que se extendió a lo largo de nuestro país, es sin duda una fuerte definición de lo que es el mestizaje.
Mantenerla viva es compromiso de todos, pues, la tradición oral o escritos escuetos son lo que conservan la fanesca presente y evitan su desaparición.
El evento Fanescas 2021 organizado por la Escuela de Gastronomía de la UDLA, es una iniciativa para mantener vivo este plato tradicional y para fomentarlo como uno de los más importantes o insignes del país.
En su novena edición rindió un homenaje a los chefs que fueron maestros, fuentes de inspiración y guías para los nuevos profesionales de la cocina. Es así que se lo denominó “Un tributo a los chefs de la vieja escuela”.
Según Carolina Pérez, docente de Gastronomía, se buscó resaltar las recetas de fanescas de los maestros de la cocina ecuatoriana. Asimismo, que sean ellos quienes cuenten sobre sus propias inspiraciones familiares: sus abuelas, madres, tías, o mujeres de los fogones que, por años, pasaron secretos de la fanesca por generaciones.
El pasado 31 de marzo, se hizo la entrega de premios artesanales para los chefs de la vieja escuela: Homero Miño, Beba Varea, Álvaro Hernández, Martha Leonor Jurado, Irene Ribadeneira, David Ramos, Alberto Guzmán, Hernán Dávila, Marlene Jaramillo y Jorge Gallegos.
David Ramos, chef ecuatoriano, agradeció el reconocimiento y elogió la labor de la UDLA por enrumbar a la gastronomía ecuatoriana y ponerla en el sitial que se merece como una de las mejores.
Además, se realizaron otras actividades para darle mayor realce a este evento que, por las circunstancias, obligó a desarrollarlo de forma virtual:
- 10 talleres en vivo (online) con los chefs preparando una receta familiar de fanesca o una de la temporada.
- Presencia deinfluencers o anfitriones del mundo de la gastronomía para que asistan y difundan los talleres.
- Producción de dos videos testimoniales sobre su trayectoria y su emblemática preparación.
Como parte de la ceremonia 2021, se hizo el lanzamiento del libro “Entre Uchucutas y Juanescas”, que pertenece que la colección Símil de UDLA Ediciones y que abarca los cuentos y fotografías de los ganadores del concurso de 2020.
Esta primera edición está dedicada a las memorias que evoca la fanesca, sus colores, aromas y sabores. Para su presentación Susana Salvador, coordinadora de UDLA Ediciones, hizo una introducción del contenido del texto de un elemento diferenciador muy especial. La ilustración de la cubierta y de la sobrecubierta que fue realizada por David Katán.
Francisco Proaño, escritor y miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, a más de escribir el prólogo del libro, felicitó a la UDLA por el hermoso proyecto que se creó para darle un enfoque artístico a la fanesca y comprometió a la Universidad a seguir trabajando de esta manera.
Felipe Romero, decano de la Escuela de Gastronomía, por su parte resalto la labor de la UDLA por mantener vivo este platillo, así como por potenciarlo y ponerlo en la palestra de la gastronomía ecuatoriana y latinoamericana como uno de los principales manjares.
Finalmente, Gonzalo Mendieta, rector de la UDLA, reconoció y felicitó la labor de quienes estuvieron detrás de este proyecto porque la fanesca es algo que nos representa como ecuatorianos.
EL DATO:
El libro cuenta con los 10 mejores cuentos y las 10 mejores fotografías del concurso. Además, se premiaron a los primeros lugares, Gustavo Muñoz por mejor fotografía, Pablo Viteri por su cuento en categoría estudiantes y Manuela Gallegos por su cuento en categoría adultos. Todos los trabajos fueron escogidos por un jurado experto en ambos temas. (OP)
