“El mandil blanco es la segunda piel que nos habita”, puntualizó Alfredo Borrero, Vicepresidente de la República y fundador de la Facultad de Medicina de la UDLA, durante la ceremonia en la que se impuso el mandil blanco a los nuevos médicos y en la cual fue el invitado de honor.

Son casi 50 graduados que pasan a la vida profesional. “La UDLA cuenta con equipos tecnológicos, de los más avanzados del país, un centro de simulación sin parangón en el Ecuador, profesores de primer orden, pero lo que nos distingue es la escala de valores que permite que los estudiantes asuman la profesión con una mística distinta y sobre todo con un sentido de propósito de servicio a la comunidad”, afirmó Carlos Larreátegui, Canciller de la UDLA.

“Gracias UDLA y queridos docentes por forjar mi camino y darme las herramientas para ser una excelente profesional”, mencionó Patricia Villacís, mejor graduada de la promoción durante su discurso.

En el evento, los nuevos médicos recibieron el mandil blanco que fue colocado por sus padres y familiares, así mismo tomaron juramento para cumplir con ética su profesión, esta última actividad a cargo de José Pedro Barberán, Decano de la Facultad de Medicina.

El Vicepresidente de la República recordó que la Facultad inició con apenas 60 estudiantes y hoy sobrepasan los 6 mil, “por tanto la contribución de la UDLA a la sociedad ha sido un hecho factible”. Asimismo, agradeció el apoyo que la universidad ha brindado para combatir la pandemia.

Hizo también un llamado a tener sueños y a trabajar para conseguirlos, así también a ejercer la profesión bajo los más altos estándares de la ética y la buena conducta.

“Son una nueva generación de médicos que inician una fase determinante en su vida”, recordó el Canciller de la UDLA, al tiempo que enfatizó en el hecho de que los nuevos profesionales han adquirido los conocimientos necesarios y sobre todo los valores y destrezas que les permitirá desempeñarse con éxito.

Por su parte, Gonzalo Mendieta, Rector de la UDLA, hizo un llamado a recordar la importancia de trabajar de acuerdo a la medicina basada en evidencia y a tener empatía con el paciente.  

¡Felicidades, nuevos graduados!