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HABILIDADES PARA LA VIDA: CÓMO LAS UNIVERSIDADES DEBEN ADAPTARSE AL MERCADO ACTUAL / DIEGO BUENAÑO

TOMADO DEL SITIO WEB DE FORBES ECUADOR

RESUMEN: 

En un mundo en constante metamorfosis, donde la tecnología evoluciona a un ritmo vertiginoso y las exigencias del mercado laboral se transforman con celeridad, las “habilidades duraderas” se erigen como la nueva moneda para los trabajadores del futuro.

Lejos de ser un mero complemento, capacidades como el pensamiento crítico, la colaboración, la comunicación y el liderazgo se han convertido en una necesidad imperiosa para cualquier profesional que aspire un camino exitoso en su carrera profesional. Los estudios respaldan esta realidad laboral: las empresas buscan ávidamente profesionales con habilidades transversales que les permitan adaptarse al cambio, colaborar efectivamente en equipos y abordar problemas de manera creativa. Cada vez con mayor frecuencia, las organizaciones manifiestan su preferencia por formar a sus empleados en habilidades técnicas específicas durante el trabajo, pero esperan que los estudiantes recién egresados cuenten de antemano con un conjunto sólido de “habilidades duraderas” ya desarrolladas.

Sin embargo, la disonancia entre las habilidades demandadas por las empresas y las que ostentan los estudiantes recién graduados continúa siendo un obstáculo significativo. Un estudio reciente de la empresa Monster especializada en reclutamiento online revela que el 91% de los empleadores aún encuentran dificultades para cubrir puestos debido a la escasez de estas habilidades en los candidatos.

Ante este panorama, la educación juega un rol fundamental. Las universidades deben asumir la responsabilidad de cultivar “habilidades duraderas” en los estudiantes, adaptando sus modelos educativos para formar estudiantes de cara al mercado laboral actual. Para esto, se requieren transformaciones en la estructura curricular y en los métodos de enseñanza que permitan garantizar que los graduados posean las herramientas necesarias para afrontar estos desafíos con éxito.

Las habilidades duraderas suelen ser ignoradas en los programas universitarios debido a tres razones principales.

Primero, la estructura tradicional basada en silos disciplinarios forma graduados especializados, dificultando la integración de habilidades transversales. Segundo, la falta de una taxonomía clara de aprendizaje en muchas universidades obstaculiza la enseñanza y evaluación uniforme de estas habilidades. Tercero, los métodos de evaluación sumativa predominantes, como exámenes y trabajos finales, se enfocan en el recuerdo de contenidos en lugar de medir habilidades duraderas. En su lugar, se requiere una evaluación formativa continua para desarrollar y hacer seguimiento efectivo de estas habilidades.

Una estrategia efectiva para cultivar habilidades transferibles y perdurables consiste en integrarlas intencionalmente en diversas situaciones y áreas de estudio, brindando a los estudiantes la oportunidad de practicarlas continuamente. Este enfoque propicia un aprendizaje profundo al promover la internalización de estas habilidades, las cuales pasarán a formar parte del pensamiento habitual del estudiante. En consecuencia, estas capacidades se volverán intrínsecamente aplicables a nuevos contextos, incluso aquellos aún no explorados.

Un modelo educativo verdaderamente disruptivo que está ganando fuerza en el ámbito de la educación superior a nivel global es el propuesto por Minerva Project. Este enfoque innovador se centra en la integración intencional de habilidades transversales y duraderas en los planes de estudio.
Según Alison Herget, ex directora del programa de educación superior de Minerva Project, quien ha participado en la implementación de este modelo en diversas universidades alrededor del mundo, estos son los cuatro consejos fundamentales para integrar habilidades perdurables en los planes de estudio de manera efectiva:

Para comenzar, es esencial conformar un equipo diverso y comprometido con la transformación curricular, integrando voces de diferentes disciplinas, tanto docentes como administrativas. Este enfoque colaborativo enriquecerá el proceso al aportar distintas perspectivas y experiencias. Por ejemplo, la Universidad de Miami creó un equipo interdisciplinario de becarios para diseñar su programa de licenciatura, lo cual les permitió abordar el desafío desde múltiples ángulos.

En primer lugar, el equipo deberá identificar y definir de manera consensuada las habilidades duraderas más relevantes para su institución, alineadas con los objetivos educativos y las demandas del mercado laboral.
Una vez definidas estas habilidades clave, el siguiente paso será incorporarlas intencionalmente en el plan de estudios, tejiendo una taxonomía de aprendizaje que las entrelace a lo largo de las clases, la instrucción y la evaluación.

Finalmente, es crucial establecer un sistema de evaluación formativa que mida directamente las habilidades identificadas, proporcionando retroalimentación continua a los estudiantes. Desde el principio, se deben definir claramente los objetivos de aprendizaje y utilizar criterios de evaluación consistentes en todos los cursos.

Es imperativo que nuestro ecosistema de educación superior responda de manera proactiva a esta creciente demanda del mercado laboral, integrando de forma intencionada la enseñanza de habilidades perdurables en los planes de estudio, en lugar de dejarlas al azar.

Minerva Project colabora con prestigiosas universidades a nivel mundial. Entre las principales instituciones con las que trabaja actualmente se encuentran:

Berkeley Law (Universidad de California, Berkeley), University of Miami, Anáhuac Online, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Universidad de Las Américas (Quito) con su programa UDLA para La Vida, University of Tokyo. Esta lista no es exhaustiva y el proyecto Minerva Project continúa expandiendo su red de colaboradores.

Enlace completo de la nota: https://www.forbes.com.ec/columnistas/habilidades-vida-como-universidades-deben-adaptarse-mercado-actual-n49721