Conocido también como arándano azul, es un fruto que proviene de una planta que puede medir entre 0.50 a 2.5 metros de altura. Crece en los páramos andinos, en Ecuador especialmente en las provincias de La Sierra Norte y Central entre los 3.200 y 3.900 metros sobre el nivel del mar.
La cosecha se obtiene entre los meses de septiembre y noviembre y marzo y abril.
Este fruto tiene un diámetro de 1,2 centímetros aproximadamente, en su etapa de crecimiento tiene un color verde y cuando está maduro adquiere una coloración rojo oscuro, dando la apariencia de negro o violeta, cubierta por una capa cerosa. Saludable y ecológico debido a su alto contenido de vitaminas, antioxidantes y radicales libres que protegen el sistema inmunológica de las personas. Su sabor único entre dulce y acido se acopla con la mayoría de proteínas de origen animal como las del cerdo, el pescado y el pollo. También es acompañante ideal de los postres.
Wilson Vásquez y José Álvarez son los docentes investigadores de la UDLA que están llevando a cabo este proyecto, cuyo objetivo es domesticar esta especie con la finalidad de reintroducirlo a las áreas donde se ha extinguido debido a la expansión de la frontera agrícola, pecuaria y forestal, afectando de manera significativa a los humedales alto andinos, de la Sierra ecuatoriana.
También están generando tecnologías para evaluar la adaptación de esta especie fuera de su hábitat (alturas inferiores a los 3.000 m).
Estos frutos (bayas) tienen un alto contenido de compuestos funcionales y compuestos bioactivos, que ayudan a la salud de las personas y previenen algunas enfermedades, como lo mencionamos anteriormente, y es además un excelente compañero de la gastronomía ecuatoriana, como en pastelería, mermeladas, en chocolatería, entre otras .
Otras actividades del proyecto:
Este proyecto a más de su inserción tiene otras finalidades entre las que destacan:
- Estudiar la variabilidad genética.
- Desarrollar protocolos para la producción in vitro de plantas.
- Estudiar la composición química y de bioactivos del fruto.
- Usos y desarrollo de productos.
- Conocer los microrganismos asociados a la rizosfera de la planta.
El proyecto se ejecuta por un grupo de investigación de Ingeniería Agroindustrial, con el financiamiento de la UDLA, a través de las convocarías de proyectos que realiza la DGI.
En este estudio también participan, investigadores del Departamento de Biotecnología y Nutrición y Calidad del INIAP, y el Instituto Hortofruticola del Mediterraneo, a través del Centro de Investigación La Mayora de Málaga, España.