Reinventarse y adaptarse constantemente ha sido la consigna, durante la pandemia, para Paola Orellana, graduada de la Escuela de Hospitalidad y Turismo de la UDLA y wedding planner.

Aunque afirma que la reinvención y la adaptación se han convertido en palabras un tanto trilladas en esta época, también reconoce que esta es la realidad de los emprendedores que encuentran nuevas oportunidades, incluso en tiempos adversos.

Hablamos con ella y nos contó cómo ha cambiado su forma de hacer bodas para cumplir con los requerimientos de bioseguridad, brindar un servicio de excelencia y dejar momentos inolvidables en los novios, la familia y sus invitados.

Realizar una boda durante la pandemia, ¿es posible?

Totalmente posible. Hoy se hacen tanto bodas boutique con 25 invitados, como bodas grandes y tradicionales con 300 o más. He tenido el honor de organizar varias bodas en pandemia y, más allá de ser un reto, fue un enorme placer. Sin embargo, los proveedores de eventos hemos tenido que capacitarnos el doble para brindar a nuestros clientes la garantía de eventos seguros.

¿Qué ha cambiado en la planificación de bodas debido a la pandemia?   

• Las mesas ya no son como antes. Ahora manejamos 50% de ocupación máxima, por lo tanto, se incrementa el presupuesto de decoración y aumenta la cantidad de mesas. El distanciamiento mínimo entre mesas es de 2 metros tomando en cuenta la medida desde la silla y considerando como si el invitado estuviera sentado.
• Las pistas de baile deben ser más grandes para mayor distanciamiento entre invitados y evitar aglomeraciones.
• En el ingreso una empresa se encarga de medir la temperatura, desinfectar a los invitados, verificar que se laven las manos en el ingreso, receptar sus resultados PCR y entregar su protocolo de bioseguridad y descargo de responsabilidad firmado.
• Ya no contamos con mesas de dulces expuestas al aire libre porque son el mayor foco de contaminación. Los bocaditos se colocan en paneles acrílicos o de vidrio.
• Colocamos rotulaciones con información de aforos y cuidados.
• La confirmación de asistencia de invitados se debe realizar dos veces, ya no solo una como tradicionalmente se lo manejaba. Las inasistencias son más comunes debido a la COVID- 19.
• La asignación de puestos de cada invitado será acorde al núcleo familiar o burbuja social de quienes conviven o comparten a diario.
• El personal de servicio debe contar con todo el equipo de protección personal: mascarilla, visor facial, cofia, guantes quirúrgicos. Deberán cambiarse las mascarillas cada 4 horas, mismas que deberán ser de cuatro colores diferentes con el fin de que sea notorio para los invitados.
• Un solo mesero se hace cargo de una misma mesa durante todo el evento.
• Invitados, personal de servicio y proveedores deben realizarse la prueba PCR previo al evento.
• De preferencia los eventos deben realizarse al aire libre. En caso de ser en un salón cerrado se deben establecer horarios distintos para proveedores. El espacio debe ser sanitizado. Debe haber desinfección extrema de la iglesia y de todo el salón previo al inicio de la boda.
• En caso de contar con un show de artistas, la tarima debe tener al menos 4 mts de distanciamiento de la pista de baile y al menos 2 mts de distancia entre cada artista.
• Se debe colocar un distintivo en el pecho de cada invitado para dar a conocer su grado de riesgo en cuanto a la exposición a COVID-19.
• Reposición de mascarillas y visores para los invitados, cubre copa y alcoholes personalizados.
• Implementación de equipos de ozono para pistas de baile, lavabos portátiles y desinfección UV puesto por puesto.

¿Cuáles han sido los mayores retos en esta época de pandemia?

Organizar una boda es dedicarle el 100% de tu tiempo, cariño, concentración, entrega y también significa ingresar en un caudal de mucho conocimiento y experiencias. Nada se puede dejar al azar. Se debe tener claro que es una extrema responsabilidad y por supuesto, en tiempos de pandemia, es un reto mayor porque las normativas cambian de un día para el otro. Para quienes vivimos de panificarlo todo con meses y, en algunos casos, con años de anticipación, estos cambios repentinos complicaban nuestro trabajo. Sin embargo, con una buena organización siempre existirá un plan B. Mi lema es: “para un problema siempre hay múltiples soluciones”. La clave es saber elegir correctamente a los proveedores, así estaremos respaldados ante cualquier imprevisto.

¿Cuál crees que ha sido una de tus mayores innovaciones durante la pandemia?

Hay cientos de detalles que podría mencionar y que son parte de mi proceso de hacer bodas en tiempos de pandemia. Sin embargo, creo que no hay nada que no se logre cumpliendo con exactitud las normas de bioseguridad. Por eso, diseñé mi propio protocolo de bioseguridad tomando en cuenta el Protocolo General de Bioseguridad del MICE, protocolos de bioseguridad de: la OMS, de Roberto Cohen (Brasil), de Indira Fodor (reconocida por sus bodas en Miami), de Eliana Terrazas (Bolivia) y de mi certificación de “Protocolos de Bioseguridad”, otorgada por Florida Events Academy.